Para qué sirve la maderoterapia
En este post te resolvemos una de las principales dudas acerca del tratamiento del momento: ¿Para qué sirve la maderoterapia?
La maderoterapia consiste en la estimulación de diferentes partes del cuerpo mediante la realización de masajes con utensilios de madera especializados que nos ayudarán a tonificar y moldear nuestro cuerpo. Esta técnica tiene múltiples beneficios puesto que nos ayuda a disminuir la retención de líquidos, a reafirmar la figura, actúa contra la grasa localizada y la celulítis y estimula la producción de elastina.
Además de los beneficios físicos, también cuenta con beneficios mentales puesto que esta técnica también nos ayuda a eliminar el estrés de nuestro día a día y a equilibrar nuestras energías.
Por lo tanto, podemos afirmar que la maderoterapia sirve para moldear, tonificar y combatir la celulitis de nuestro cuerpo. Además, también es eficaz para tratar las contracturas tanto musculares como articulares.
Los resultados son visibles desde la primera sesión, pero es importante ser constantes tanto con las sesiones como con el ejercicio físico y la alimentación para potenciar dichos beneficios.
¿Para quién esta indicado este tratamiento?
La maderoterapia es una técnica indicada tanto para hombres como para mujeres que quieren reducir sus problemas de circulación, tonificar su cuerpo, o combatir la grasa localizada y la celulítis.
Es muy efectiva en el proceso de pérdida de peso, sin embargo, como hemos comentado anteriormente, es importante que se compagine con el deporte y una dieta equilibrada para ver resultados significativos.
Cada persona tiene unas características y un tipo de piel diferente, por lo que es importante realizar una valoración individual y personalizada para determinar la zona a tratar, las sesiones necesarias, la técnica más eficaz…
Si deseas conseguir los múltiples beneficios de este tratamiento, no dudes en contactar con nosotros y un profesional especializado valorará tu caso para poder ofrecerte lo que mejor se adapte a tu situación.
