Muchas personas presentan cicatrices de acné, secuelas de accidentes de tráfico, cesáreas u otras intervenciones quirúrgicas, traumatismos o queloides. Tanto es así que se calcula que en torno al 15% de la población tiene en su cuerpo algún tipo de cicatriz. A veces, estas cicatrices están en lugares muy visibles y resultan más antiestéticas para el que las padece e incluso tienen repercusión psicológica.